jueves, 23 de diciembre de 2010

Gore

Aquí desangrándome hallo.
Esperando a la parca
os cuento mis pesares.
¿Cuánto tiempo tardareis en olvidarme?
Un día, un mes, un año, nunca...
¿Alguna vez me habéis conocido?
¿He existido en este mundo?
No puedo dejar huella
No soy importante
No soy nadie
Nadie soy yo
No quiero un enterramiento grandioso
No quiero lagrimas por mí, ni flores, ni cantos,
tan solo un fuego abrasado que destruya mi cuerpo mortal
No abra tumba, pero venid a visitar la mar, ya que es ahí donde estaré
siempre libre, libre de pecado, libre de pensamiento, libre de cadenas
fluyendo como se le antoje a la Diosa del mar
cabalgare los cimientos de esta tierra.
Donde vosotros viviréis vuestra vida y en algunos momentos la mía ocupareis
No me gusta despedirme, por eso os digo que hasta pronto.
No sé donde iré, ni como, ni cuando, ni donde acabare, pero si mi alma marcha
a algún lugar, espero, que en un futuro, nos volvamos a encontrar
y si creéis en la reencarnación, adoptar a un pequeño gatito
cuan indefenso parece, pero altivo y siniestro a la vez.
Aquí me hayo en mis últimas fuerzas.
El teclado se mancha de fuego líquido.
Mi vida se me escapa mis muñecas.
El agua de la bañera se transforma.
Aquí me hallo esperando el fin.

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