sábado, 15 de enero de 2011

Otra tarde más

¿Es verdad qué le doy demasiadas vueltas a las cosas?
¿Pero y qué si no tengo otra cosa que hacer? ¿o si?

De todas maneras, aquí están riéndose de mí, mientras escucho música a todo volumen para evadirme de la realidad. Está anocheciendo, mis fuerzas decaen y aun me queda un largo trecho de aburrimiento que soportar y encima esto; tengo que ver caras de felicidad, absurdas y absorbidas por caprichos del destino. Filosofando dicen que están, aunque más bien dialogan de la realidad de forma más surrealista posible y no les hace falta ningún estimulante del exterior, curioso, ellos se divierten así y resulta que hay en el mundo miles de enganchados a las drogas para conseguir esa felicidad falsa, y, no saben que se puede conseguir riéndose del mundo.
Pero como siempre mis pensamientos cambian de tonalidad como el atardecer que vislumbro ante mi, que es mancillado por los fríos edificios de esta bulliciosa ciudad... y es que con estas letras, estas palabras, solo quiero que se sepa, que me encanta escuchar, si puedo aconsejaré, aunque normalmente me llevara mi tiempo responderte adecuadamente y para ello necesito concentrarme. Con un papel y un bolígrafo, en cualquier sitio, a cualquier hora, escribiré para mi, para ti, para todos aquellos que quieran escuchar.

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