sábado, 14 de abril de 2012

Jaula



Una jaula, etérea, inmaterial, incorpórea, ahí es donde yazco. Lugar donde me encerraron para protegerme, lugar donde sabiéndolo o no, me cortaron mi libertad. Alas, en perfecto funcionamiento y listas para funcionar y como una cojera psicosomática, no puedo utilizarlas aun cuando la puerta de mi mundo está abierta ya que los que portan fuego en sus espadas y blancas plumas están fuera de cobertura. 

Destellos de azules resplandores, rebotan en mis ojos oscurecidos por la tristeza, salen dispares de las metálicas alas de mi cuerpo, tranquilas como el Duero, surcan mi costado esperando encontrarse con la salida que le impide seguir adelante el verano abrasador, incinerador y seco. Ya el pico sale de la cueva, pero el mundo exterior me deslumbra demasiado. 

Pura verdad proveniente de la realidad, que no hace más que me mantenga en la seguridad de mi cubículo, dentro, muy dentro de mi alma, queriendo no más que mirar mi sombra e imaginar lo que puede ser la autentica verdad, esa misma verdad que todo el mundo lucha, con sangre, sudor y paciencia; y mi pequeño mundo me mantiene alejado aun no siendo verdad, porque como jaula, tiene espacios y por ellos la cruda realidad entra sin avisar a mi lugar.

Preguntas a otro yo...


 
¿Qué haces poniéndote triste? ¿Te sientes desplazado? ¿Con razón? ¿Qué quiere decir que posiblemente si? ¿Ahora que no? ¿Ya te enteraras? ¿Ahora de que estás hablando? ¿Una broma? ¿Y crees que eso es normal? ¿Por qué te enfadas si dices que no te enfadas? ¿Otra vez con lo de desplazado? ¿Que te sientas ahí? ¿Dónde? ¿No quieres que las cosas sean como antes? ¿Son como son? ¿Otra vez solo? ¿Qué paranoias y qué historias hablas? ¿Cómo te vas a buscar la vida? ¿Me cuentas esos objetivos? ¿Como los vas a lograr? ¿Necesitas ayuda? ¿De qué amigos hablas? ¿Qué vida tienes sin ellos? Eso me temía...

Esta vez... ¡Lucharé!

Te conozco desde hace un tiempo, eres fantástica, adorable, simpática. Me haces reír, estoy a gusto contigo, sin embargo no me hace falta mucho más para saber que tus ojos no me miran a mi, sino a él. No puedo odiarle, no a él, él no ha hecho nada para embaucarte, sin embargo se de sobra que no hace falta que haga nada, es su talento natural.

Sin embargo esta vez no voy a rendirme. No por alguien como tú, alguien que me llama la atención y te veo como realmente eres y no como tu quieres verte o quieres que te vean los demás.

Se que lucharé contra corriente tanto mi cuerpo como mi personalidad no tienen nada que hacer en contra de él, sin embargo, creo que debería de haber nacido del signo Tauros porque está vez no será tan fácil que te vallas de mi mente. Lucharé contra vientos y mareas, con tormentas de arena y hielo, no dejaré que mi vista se nuble ni mis extremidades se atrofien, no esta vez.

Me llevará un tiempo, pero no pararé de avanzar hacia tí hasta que lo consiga, Si no me quieres mirar, estaré tranquilo, al acecho, esperaré el momento oportuno para atraparte con mis garras he hipnotizarte con mis ojos, te lameré, te moderé suavemente mientras acaricio tu piel con mi piel, nos hundiremos en el abismo innombrable y te engulliré con furia, paso a paso, hasta que dejes salir un bramido de locura y pasión cuando consiga entrar en ti.

No es el momento


Mi mundo es falso, todo lo que rodea es falso, hasta mi propia existencia... esta manera de ser, esta sonrisa, solo es una farsa, un teatro, para no ser descubierto, ni juzgado, ni rechazado por lo que soy, por como pienso, por mis gustos y mis intereses... el mundo no está preparado para mi.

Ven a mi


Este sentimiento que me abarca de libertad dudo mucho que lo hubiera podido encontrar con otra persona. No negaré que ha habido muchos como tu, pero ninguno me ha tendido la mano, ni consolado, ni abrazado... ¡Bendita seas Soledad, siempre estas ahí para lo que necesito!

Bailemos en el rosa negra.




Derecha, izquierda, arriba, abajo, movimiento sin control en este baile tan especial llamado seducción. Nos miramos fijamente mientras en círculos andamos. Atentos a los estímulos, ronroneando al miedo y al placer. Te ríes cuando te acercas, murmuras unas palabras, el flujo de la vida se detiene, somos el centro del universo.