¿Deseas poder alcanzar la felicidad?
Así es, pero esta muy alto para mi.
¿Has intentando a ayudarte con algo?
Si, pero le tengo miedo a las alturas.
¿Por qué no coges aquel? Es fácil.
Ya lo vi, pero no es tan apetitoso.
Tal vez te dejas engañar fácilmente.
Buscar entre tantos es cansado.
Pero no el más llamativo es mejor.
Entonces... no se que hacer...

Lo único que tienes que hacer es coger aquel, pequeño, ese es tuyo, es para siempre.

Mirando atrás...

Hubo un tiempo donde creí encontrar a esa persona. Los colores volvían a mis ojos, dejando atrás los susurros metálicos. Los sonidos sonaban con intensidad, el cielo volvía a ser azul, azul celestial. El tiempo se deslizaba conmigo, todo fluía a su ritmo y yo con él. Los sabores se intensificaban, puro sentimiento maldito se abría paso a través de mis pecados para acabar en un merecido estremecimiento de placer. Los objetos agrandaron su materia para el tocar de mis dedos, cada pelo, lamina, volumen, temperatura eran nuevas para mi, mis manos no recordaban el mundo real.

El tiempo siguió su curso, para un mismo sentido, como siempre lo ha hecho y como siempre lo hará. Solo podemos regresar en el tiempo con nuestros recuerdos, de forma privada, limitada, intensa. Ahora estamos en el presente y esa persona ya no es tal... seguramente me quedan muchas más personas por conocer, pero estoy harto de buscar ese trozo de puzle, esa parte de mi alma, que encaja a la perfección, única en todos los sentidos, la cual me complementa, me hace mas fuerte, estable. Necesito encontrarte, a ti, ¿pero como encontrar algo que no sé si existe en este plano existencial?

El futuro es incierto, aleatorio, confuso, pero solo puedo centrarme en lo que tengo ahora. Dejare de buscar entre rincones, abrir puertas vacías, mirar a través de oscuras almas esperando encontrar eso que busco. Seguiré mi camino, deteniéndome en las cosas que me hacen feliz, para disfrutarlas, sentirlas, recordarlas en el futuro cuando sean en ese entonces parte de mi pasado. Entre tanto, guardo bajo esta mascara el deseo de encontrarte o mejor, de que me encuentres por fin. Solo me queda suplicarle al destino, algo tan sencillo como que nuestros caminos se crucen algún día.

Pensando en la cama

No paro de preguntarme, aquí sentando en la cama, ¿qué fue de nosotros, de nuestra relación, de esas charlas interminables, de esa promesa que aun espero? No puedo parar de pensar: nos alejamos sin darnos cuenta y todo por culpa de ella... ¿o era de la vergüenza? ¿Simplemente era que no existía dicha relación? ¿No tenemos el mismo concepto de cuidar una amistad? Realmente algo en mi cabeza siempre ronda, vigilante, atento, rápido,  para saltar a la acción en cuanto tenga oportunidad. Me refiero a tu recuerdo. Hay muchas más personas en mi vida, cada una de las cuales tienen un hueco especial en mi corazón, algunas más, otras casi inexistente... pero cuando una en especial me llama la atención, soy como un crío curioso, buscando entre tantas capas, intentando encontrar algo aun mas interesante que encontrar. Visto a la inversa puede llegar a ser algo molesto... lo sé, me ha pasado y al final la cosa nunca ha ido bien. Sin embargo ahí estás, aguantando (en cierto modo), pase el tiempo que pase, soportando broma tras broma, mirada tras mirada (aun que sea por cam). No sé si aplaudirte o reírme de ti. Me vienen a la cabeza muchos recuerdos más mientras escribo: todas esas interminables conversaciones a la madrugada, hablando de diferentes temas, todos más interesantes que el anterior, preguntando, respondiendo, criticando, alardeando y, ¿ahora que nos ha pasado? Ya no es lo mismo, ni mucho menos. Las conversaciones son vacías, sin un ápice de sentimiento, respuestas rápidas, cortas, directas... yo no quiero esto ¿sabes? ¿¡Pero quien soy yo para decírtelo!? Nadie o según como se mire: Dios Todopoderoso... pero bromas aparte, lo he intentando, de mil y una maneras, ya no se como entrarte, como hablarte, de qué hablarte para que la charla dure algo más que un simple, "si", "no"... ¡de 10 conversaciones iniciadas entre ambos, solo 1 es tuya y suerte tengo! Antes era más fácil, mucho más fácil... también era la novedad, pero después de todo ese tiempo, aun había más que ofrecer y me sigo preguntando ¿Qué pasó para llegar a esto?

Estas esperando una respuesta en vano. Lo sé, pero no tengo nada mejor que hacer. Si lo tienes, piénsalo. Sé perfectamente lo que tengo que hacer, pero es que no puedo remediar estar aquí sentando esperando a que algo pase. Hubo alguien en la historia que dijo: Sentando y esperando nunca pasa nada. Ya... pero... ¡Pero nada, olvídate del asunto! Tienes que centrarte, no te van a solucionar la vida nadie. La verdad es que no, la verdad es que ya estoy harto de ser el que va detrás. Tengo que cambiar las prioridades de mi vida. ¿Y como vas a hacerlo? No creo que me sea fácil, tampoco voy a jugar a su juego, simplemente seré yo mismo. ¿De que te va a funcionar ser tu mismo? Siendo yo, no tengo porque sobreactuar. Como soy, ya lo saben, ahora es el turno de los que me conocen, empiecen la partida.

Sueño con volar todas las noches

Sueño con volar todas las noches

como una libélula libre de cadenas.

Muy alto en el cielo plateado,

deseando saltar de nube en nube.

Sueño con volar por encima de los árboles.

A través de las olas de todos los mares.

Por cualquier lugar de este planeta vivo.

¡Quiero escapar! ¡Quiero llegar lejos!

Quiero huir de la rutina, de la soledad,

de la monotonía, de la vida acelerada.

Vamos a ir a ver las estrellas,

Marte o incluso la vía láctea.

Contigo, todo podría ser nuestro.

Vamos a escondernos con el Sol

desata a tu espíritu del lastre vital.

¡Vuela! seamos uno, por diversión.

Soñemos, volemos, seamos libres, ¡seamos felices!